Anexo II
Cuestionarios y pruebas de rendimiento
Para la obtención de datos se elaboraron tres cuestionarios, uno para el alumno, otro
para el profesor y otro para el equipo directivo, así como una hoja por clase para la recogida
de las calificaciones del profesor sobre los resultados educativos de los alumnos.
Del cuestionario del alumnado se obtenían los siguientes datos:
- Características personales: edad y sexo.
- Datos escolares: inicio de la escolarización, repetición
de curso y número de alumnos de la clase.
- Características familiares: estructura familiar, nivel
socioeconómico y antecedentes deportivos familiares.
- Actitudes y hábitos del alumno: hábitos de trabajo
escolar, hábitos de deporte, hábitos de higiene, hábitos
de alimentación, actividades deportivas, actividades extraescolares,
actitudes deportivas y actitudes sociales.
- Metodología didáctica: participación y
colaboración en clase.
- Clima escolar: autoconcepto personal, autoconcepto deportivo,
relación con los compañeros, relación con la familia,
relación con el profesorado y relación con el centro.
- Resultados: medidas físico-motrices, medidas
perceptivo-motrices, temas transversales, autoevaluación,
evaluación del profesor.
Del cuestionario del profesorado se obtenían los siguientes datos:
- Características personales: edad, sexo.
- Características profesionales: titulación,
especialidad, área/s que imparte, trabajo y cargo que desempeña,
situación administrativa, experiencia docente, antigüedad en el
centro, horas semanales de clase de Educación Física y
satisfacción con la labor docente.
- Formación: cursos y actividades de formación,
conocimiento y valoración de la reforma educativa.
- Características del grupo evaluado: número de alumnos,
número de alumnos repetidores, número de alumnos con necesidades
educativas especiales, número de profesores, horas semanales de clase y
momento del día en que se imparten las clases de Educación
Física.
- Recursos del centro: recursos humanos y recursos materiales
- Datos del profesorado: programación, reuniones
didácticas, actividades en la clase al iniciar un tema nuevo, actividades
culturales, prácticas docentes, uso de espacios específicos,
distribución de tiempos, agrupamiento de alumnos, participación,
colaboración y responsabilidad de los alumnos, uso de materiales y
procedimientos para evaluar a los alumnos.
- Apoyos: internos y externos al centro.
- Clima escolar: relación con los alumnos, relación
con las familias de los alumnos, relación con los compañeros y
relación con el centro.
- Resultados: resultados de los alumnos y valoración de la
prueba.
Del cuestionario del equipo directivo se obtenían los siguientes datos:
- Características del equipo directivo: antigüedad de los miembros, experiencia y
forma de acceso.
- Características del centro: titularidad, tipo/s de enseñanza/s que imparte, tipo de
municipio en el que se encuentra, tipo de zona en el que se ubica, tipo de centro,
servicios con los que cuenta, número de alumnos, profesores y unidades, alumnos con
necesidades educativas especiales, alumnos becarios y horario escolar
- Recursos del centro: recursos humanos y recursos materiales
- Formación: cursos y actividades de formación, conocimiento y valoración de la
reforma educativa.
- Características del profesorado: respuesta del profesorado a los cursos de formación
y repercusión en la práctica docente, la formación en la planificación del centro,
participación del profesorado en actividades o cursos del centro y aspectos en los que
el profesorado necesita mejorar su formación.
- Metodología didáctica: hábitos autoevaluadores del profesorado, actividades
culturales, participación de los distintos colectivos en las actividades del centro,
actividades extraescolares.
- Apoyos: apoyos externos.
- Clima escolar: relación alumnos-profesores, relación entre los alumnos, relación con
los alumnos, relación con los profesores y relación con las familias de los alumnos.
Como puede apreciarse, el alumno es fuente de información de todas las variables
relacionadas con él mismo, exceptuando la valoración del profesor de sus resultados en esta
área. El profesor es fuente de información de él mismo, del grupo objeto de estudio y del
centro. Por último, el equipo directivo proporcionó información sobre él mismo, el centro, los
alumnos y los profesores.
Los datos sobre medidas antropométricas, capacidades físico-motrices y perceptivo-motrices se obtuvieron, en unos casos, a partir de pruebas tomadas de la batería EUROFIT y
en otros, a través de las propuestas hechas por los asesores técnicos de esta materia del Centro
de Desarrollo Curricular del Ministerio de Educación y Ciencia.
La batería de tests EUROFIT, basada en los principios de "Deporte para todos" del
Consejo de Europa, es fruto de diez años de investigación coordinada entre expertos científicos
y gubernamentales europeos. Uno de los principales objetivos de esta batería es evaluar la
condición física. Es aplicable a un gran colectivo en poco tiempo y sus resultados son objetivos
y contrastables. Su utilización evita elaborar complicadas baterías de tests de aptitud física y
la dificultad de contrastar resultados.
Las pruebas que se administraron a los alumnos fueron:
1. Mediciones antropométricas: Estatura, Peso y Panículos adiposos
A los 11 años se suele llegar a alcanzar el 75% de la estatura adulta y hasta los 14-15
años se produce una gran aceleración en el crecimiento que se da con algunas diferencias
debidas al sexo y al momento en que se inicia, que en los chicos suele presentarse entre los 11
y 14 años y en las chicas entre los 10 y los 12 años.
Con respecto al peso corporal, su aumento está influido por otros componentes y
factores como el aumento de la grasa corporal, el crecimiento del volumen muscular y el
desarrollo de la anchura de los huesos. El aumento más significativo del peso tiene lugar un
poco después del último aumento máximo del esqueleto, hacia los 13-14 años.
Por último, esta etapa preadolescente se suele caracterizar por un aumento de grasa
localizada en el tronco, que se puede prolongar hasta la madurez. La obesidad en los niños
provoca muchas dificultades en la adquisición de las habilidades básicas: giros, desplazamientos, saltos, lanzamientos y recepciones. El desarrollo de cualidades físicas como la resistencia,
la flexibilidad y la velocidad tampoco alcanzan en esta etapa un grado óptimo de desarrollo.
Dicho retraso motriz y de la condición física suele provocar que no se adquieran todas las
posibilidades de movimiento que corresponden a la edad adolescente, con el problema añadido
de que estas insuficiencias difícilmente podrán recuperarse en las siguientes etapas de
crecimiento ni durante la vida adulta.
La medición de la grasa subcutánea se lleva a cabo en las zonas del músculo tríceps y
en la región subescapular. Se eligen estos espacios corporales porque son sitios fáciles de medir
y están muy relacionados con la grasa total del cuerpo. Esta prueba precisa de un aparato
conocido como plicómetro, que se utiliza de la siguiente manera: se pellizca fuertemente la piel
y el tejido subcutáneo entre los dedos pulgar e índice de la mano izquierda, tirando para
separarlo del músculo subyacente. Los extremos de las agujas del plicómetro se aplican 1 cm.
por debajo de los dedos de la mano izquierda, después se lee el espesor del pliegue de panículo.
Las mediciones se realizan con una aproximación de décimas de milímetro.
2. Condición física
2.1. Velocidad segmentaria Golpeo de placas (Tapping con los brazos)
La velocidad en el ser humano se define como la capacidad para realizar uno o varios
movimientos en el menor tiempo posible. Es una acción motriz que se ejecuta con una
intensidad máxima y en una corta duración. Dentro de esta cualidad física, se puede diferenciar
distintos tipos de velocidad entre los que se encuentra la velocidad de movimientos cíclicos que
hace referencia a la realización de movimientos sucesivos o repetitivos, sin influencia del
cansancio, que es la que mide esta prueba. La medición se realiza a través de un segmento
corporal concreto, de aquí que se conozca a esta cualidad como velocidad segmentaria que en
este caso son las extremidades superiores.
El currículo de Educación Física aborda esta capacidad en el capítulo "El desarrollo
global de las habilidades y destrezas: mejora de cualidades físicas y aumento de las
posibilidades motrices". La velocidad evoluciona de forma apropiada a través de todos aquellos
juegos dinámicos de oposición y/o cooperación. Esta capacidad es fundamental para el éxito
en la práctica de los juegos deportivos.
Para medir esta prueba se utiliza una mesa regulable en altura de manera que llegue a
la cintura del alumno. Sobre su tablero tiene impresos dos círculos de veinte centímetros de
diámetro y cuyos centros están separados ochenta centímetros, equidistante de ambos círculos
se sitúa una placa rectangular de 10x20 cm. El alumno, colocado frente a la mesa y con los pies
ligeramente separados, sitúa su mano no dominante sobre la zona rectangular y la mano más
hábil encima de uno de los dos círculos. La prueba transcurre tocando alternativamente cada
uno de los círculos un total de 25 veces con la mano dominante y tan deprisa como se pueda.
La mano menos hábil permanece en continuo contacto con el rectángulo pintando entre los
círculos. El cronómetro se para cuando tiene lugar el contacto número cincuenta; y el tiempo
se registra en centésimas de segundo.
2.2. Agilidad: Carrera de tacos (4 x 9 metros)
El término "velocidad" proviene del latín "velocitas" cuyo significado es rapidez o
agilidad de carrera. Se define como la distancia que se recorre en una unidad de tiempo o como
el tiempo que se tarda en recorrer una distancia y se conoce también como velocidad de
traslación. La velocidad de desplazamiento representa o mide la capacidad de encontrarse en
otro punto lo antes posible. Está determinada por los siguientes factores físicos: amplitud de
la zancada, frecuencia o velocidad segmentaria y coordinación neuromuscular. Para lograr un
desplazamiento rápido hay que considerar dos aspectos: el aumento de la velocidad y su
mantenimiento. Por último, el desarrollo de la velocidad de desplazamiento está muy
condicionado por el aumento de la fuerza.
El Currículo de Educación Física no menciona de manera explícita el trabajo de esta
capacidad motriz, pues hasta que no se asientan las bases fisiológicas del entrenamiento no se
deberá comenzar a entrenar específicamente la velocidad. La intensidad que requieren estas
actividades puede perturbar el adecuado desarrollo orgánico del adolescente, si se practican en
exceso. Se puede empezar el trabajo de velocidad a los 8 - 9 años a través de juegos y de
ejercicios de coordinación dinámica global en esfuerzos que no excedan de ocho-diez segundos.
Durante la pubertad, debido a los cambios corporales, debe mantenerse este nivel de trabajo
acomodándolo a las nuevas características del cuerpo adolescente. Al final de esta fase, cuando
el desarrollo de la fuerza es mayor, los esfuerzos ya pueden llegar a los quince segundos.
Esta prueba mide la capacidad de desplazamiento en función de la velocidad de carrera,
la agilidad (capacidad para moverse con soltura y facilidad) y la efectividad en los cambios de
dirección. Se utiliza una superficie plana antideslizante en la que hay señaladas dos líneas rectas
paralelas y separadas entre sí una distancia de nueve metros, y dos tacos de madera de 5 x 5
x 10 cms. El alumno se sitúa detrás de una de las dos líneas paralelas y en la otra línea se
colocan los dos tacos de madera. A la señal de salida, el alumno corre -a la máxima velocidad-
hacia los tacos, recoge uno y vuelve corriendo hasta colocar el taco en el suelo y detrás de la
línea de salida. Sin detenerse, corre nuevamente en busca del otro taco, lo recoge y lo deposita
en el suelo, detrás de la línea de salida. Se registra el tiempo que invierte en realizar todo el
recorrido, desde la señal de comienzo hasta que deposita el segundo taco de madera en el suelo
y detrás de la línea de salida.
2.3. Fuerza estática: Dinamometría manual
Para que el cuerpo humano se mueva o se pare es necesario la aplicación de una fuerza.
La fuerza es la capacidad de ser humano para superar o actuar en contra de una resistencia
exterior basándose en los procesos nerviosos y metabólicos de la musculatura. Se han
establecido diversas clasificaciones de esta capacidad motriz, pero es la llamada fuerza máxima
o tensión muscular que puede desarrollar un músculo o un grupo de músculos la que se ha
medido en esta prueba.
La masa muscular del cuerpo humano se desarrolla continuamente en el período de
crecimiento y alcanza su nivel máximo durante la tercera década de vida. La fuerza hasta los
11 ó 13 años va aumentando poco a poco, de forma progresiva y natural, pero al añadir la
práctica deportiva el nivel de fuerza se eleva, por lo que el ejercicio físico tiene un papel
importante en el desarrollo de la fuerza de los niños y jóvenes; por el contrario, su falta de
estimulación provoca rendimientos inferiores. Se debe rechazar el trabajo específico de la
fuerza y promover actividades variadas y dinámicas en las que el aparato locomotor pasivo,
especialmente la columna vertebral quede descargado.
Los saltos, recepciones, lanzamientos, golpeos, botes, trepas y carreras son tareas que
favorecen el desarrollo muscular durante estas edades y, por lo tanto, la fuerza. Así se recoge
en los contenidos de "Habilidades y Destrezas" que para el tercer ciclo propone el currículo
de Educación Primaria en el área de Educación Física.
El objetivo de la prueba es medir la fuerza estática por medio de un dinamómetro de
precisión. El alumno sujeta el aparato medidor con su mano más fuerte (normalmente su mano
más hábil) y su brazo cae totalmente extendido a lo largo del cuerpo, pero sin tocar ninguna
parte de éste. El alumno debe presionar todo lo que pueda sobre el dinamómetro flexionando
los dedos de la mano. En el momento en que haya conseguido su grado máximo de flexión se
registra la marca en kilogramos. Se admiten dos intentos y se hace constar el mejor de los dos.
2.4. Flexibilidad: Flexión profunda de tronco
El concepto de flexibilidad deriva del término "flexión" que hace referencia a la
capacidad de doblarse o de juntar partes extremas del cuerpo humano. Esta cualidad física
permite el máximo recorrido de las articulaciones gracias a la elasticidad y extensibilidad de
los músculos que se insertan alrededor de cada una de ellas. Los niños se muestran
extraordinariamente flexibles, tanto más cuanto más jóvenes son. Se considera que las
cualidades extensibles de la musculatura pueden empezar a decrecer a partir de los nueve o diez
años si no se trabaja de forma específica sobre ellas; por este motivo la flexibilidad ha de
formar obligatoriamente parte del currículo de la Educación Física en esta etapa educativa, ya
que si no fuera así supondría para los alumnos una pérdida más rápida de esta cualidad.
En el currículo y durante este ciclo se continúa el desarrollo de las cualidades físicas
y de las habilidades motrices básicas: giros, desplazamientos, lanzamientos, etc. y estas tareas
necesitan que la movilidad de las articulaciones sea eficiente, por lo que la flexibilidad es un
requisito imprescindible.
La prueba utilizada para medir esta cualidad se denomina "Flexión profunda de tronco"
y su objetivo es indicar la flexión global del tronco y extremidades. Es necesario utilizar una
plataforma de 0,76 x 0,88 m. sobre la que se sitúa una escala métrica. El alumno se coloca
sobre ella de pie y descalzo, haciendo coincidir sus talones con la línea que determina el 0 en
la escala de medición y éstos deben permanecer totalmente apoyados durante su ejecución. Se
realiza la flexión anterior de tronco, con los pies separados y acompañada de una ligera flexión
de rodillas, de manera que las manos lleguen lo más atrás posible sobre la escala métrica,
después de pasarlas entre las dos piernas. Esta posición debe mantenerse hasta que la distancia,
expresada en centímetros, sea leída por el examinador. Se realizan dos tentativas y se valora
la mayor.
2.5. Velocidad de reacción: Recogida de vara o Bastón de Galton
La velocidad de reacción es la capacidad para convertir en movimiento un estímulo en
el menor intervalo de tiempo, lo que algunos autores llaman "tiempo de reacción", que podría
definirse como el tiempo que transcurre desde la recepción del impulso nervioso hasta que se
produce la reacción consciente y voluntaria. El tiempo de reacción es la suma de los siguientes
componentes: la percepción del estímulo, la interpretación de las informaciones recibidas, la
toma de decisión, la programación mental del movimiento a realizar y el envío de las órdenes
a la musculatura. Esta velocidad de reacción hay que considerarla en función de dos variantes:
el tiempo de reacción simple, esto es, cuando existe un sólo estímulo -que es lo que mide la
prueba seleccionada- y el tiempo de reacción compleja, cuando existen varios estímulos que se
superponen.
El período de edad que va de los 9 a los 13 años es en el que existen mayores
posibilidades de mejora de la velocidad de reacción debido a que todavía no se ha completado
la maduración desde el punto de vista neurofuncional, lo que permite incrementar la velocidad
de conducción de los estímulos nerviosos. Este es el motivo que aconseja dedicar una buena
parte de las actividades físicas a la mejora de esta cualidad en este período de edad.
La prueba de recogida de vara o Bastón de Galton tiene el objetivo de medir la
velocidad de reacción desde el punto de vista de la coordinación óculo-manual. Su ejecución
requiere una vara que disponga de una escala graduada en centímetros (aproximadamente de
1 metro de largo, 2,5 cm de diámetro y 0,5 kg. de peso) La escala tiene situado el punto 0 a
30 cm. de uno de los extremos de la vara.
El alumno se coloca sentado a horcajadas en una silla, con la cara hacia el respaldo,
apoyando el brazo más hábil (dominante) del codo hasta la muñeca sobre el respaldo de la silla,
la palma de la mano hacia adentro, los dedos estirados, el pulgar separado (mano semicerrada)
y la vista fija en esta mano.
El examinador se sitúa frente al alumno e introduce el bastón en el hueco de la mano
haciendo coincidir el cero de la escala de medición con el borde superior de la mano. El
alumno es advertido con la palabra "listo" de que el examinador va a dejar caer el bastón en
los tres segundos siguientes. El alumno debe agarrar el bastón lo antes posible, la mirada debe
permanecer hacia la mano con la que tiene que sujetar la vara. Se registra en centímetros la
distancia que coincida con el borde superior de la mano del alumno una vez que éste haya
sujetado el bastón y, por tanto, detenido la caída. Se anota el mejor de los dos intentos que
realiza.
2.6. Resistencia cardio-respiratoria: Course Navette
La resistencia tal vez sea una de las capacidades más utilizadas en el desarrollo físico
del ser humano por la participación predominante del corazón, la circulación y la musculatura
lo que hace que sea un factor de primer orden en el mantenimiento de la salud.
Se pueden encontrar muchas definiciones del concepto de resistencia: capacidad de
poder soportar el cansancio; capacidad del organismo humano de poder realizar una actividad
de larga duración; capacidad de un músculo o del cuerpo como un todo para repetir muchas
veces una actividad; capacidad de realizar un esfuerzo de mayor o menor intensidad durante
el mayor tiempo posible. Existen varios tipos de resistencia pero en este apartado sólo interesa,
por la edad de los alumnos, la resistencia aeróbica o capacidad que permite mantenerse en un
esfuerzo prolongado realizado a ritmo medio o bajo. Esto sucede cuando se consigue un
equilibrio de gasto y aporte de oxígeno en la musculatura. En el ámbito deportivo la resistencia
aeróbica permite mantener esfuerzos de gran duración.
El desarrollo de la resistencia está condicionado por la evolución del aparato cardio-vascular,
éste depende de la frecuencia cardíaca, el tamaño del corazón y el consumo de
oxígeno. La resistencia en el niño aumenta de forma paralela al crecimiento hasta los 8 años,
mejora significativamente entre los 8 y los 12 años, hay una estabilización entre los 12 y los
14 años y una nueva mejora a partir de esta edad.
Las actividades de resistencia están presentes en los contenidos del currículo de
Educación Física a través de los juegos y las habilidades y destrezas. Estas tareas son
necesarias por las influencias positivas que tienen sobre el desarrollo cardiovascular, pero hay
que tener en cuenta que la musculatura de los niños y de los jóvenes tarda en funcionar de
forma armónica y económica, por lo que cualquier gasto intenso supone un esfuerzo suplementario
no deseable (resistencia anaeróbica).
El trabajo de resistencia desde los 8 a los 14 años debe ser básicamente aeróbico, partir
de las fracciones de tiempo de 5 a 10 minutos hasta llegar a 40-50 minutos. La capacidad
aeróbica se desarrolla cuando se trata de una carga dinámica de grandes grupos musculares
(correr, nadar, montar en bicicleta, etc.), cuando su duración sea de forma continuada -nunca
menos de cinco minutos aunque lo ideal es que sea a partir de diez- y cuando su intensidad sea
de un 50% a un 70% de la capacidad cardiovascular máxima.
La prueba empleada tiene el objetivo de medir la capacidad aeróbica de los alumnos.
Para realizarla es necesario disponer de un espacio plano, con dos líneas paralelas separadas
entre sí 20 metros, y con un margen mínimo de un metro por los exteriores; una cinta
magnetofónica o un aparato electrónico, comercializado para este fin, que señala las fracciones
de tiempo o palieres.
El desarrollo de la prueba comienza cuando los alumnos se colocan detrás de la línea,
a un metro de distancia unos de otros. Al oír la señal de partida comienzan a desplazarse hasta
la línea opuesta y la sobrepasan. Allí esperan a oír la señal siguiente para volver a la línea
inicial. Deben intentar seguir el ritmo de las señales acústicas (palieres). Cada alumno repetirá
estos desplazamientos constantemente hasta que no pueda llegar a pasar la línea en el momento
en que suene la señal. Entonces se retirará de la prueba y el aplicador registrará el último palier
que haya escuchado el alumno.
3. Habilidad perceptivo-motriz
3.1. Habilidad coordinativa: Eslalon con bote de balón
La coordinación es definida por diferentes autores en los siguientes términos: capacidad
neuromuscular de ajustar con precisión lo querido y pensado de acuerdo con una imagen fijada
por la inteligencia motriz; organización de sinergias musculares adaptadas a un fin y cuyo
resultado es el ajuste progresivo a la tarea; control nervioso de las contracciones musculares
en la realización de los actos motores.
Esta capacidad es la que permite relacionar el sistema nervioso central y el sistema
muscular para producir el movimiento deseado. Desde el punto de vista deportivo hace
referencia a las habilidades deportivas y a la intensidad y velocidad con que han de intervenir
los músculos implicados en cada acción.
La clasificación de las habilidades coordinativas establece dos categorías: la
coordinación dinámico-global y la coordinación óculo-manual. La primera comprende las tareas
que exigen un ajuste recíproco de todas las partes del cuerpo, que en muchos casos llevan
implícito actividades de locomoción; la categoría de coordinación óculo-manual abarca los
ejercicios en los que se establece una relación entre un objetivo visual y el movimiento del
cuerpo con el fin de dirigir la actividad motriz hacia dicho objetivo.
Entre la fase del nacimiento y el cuarto año, el desarrollo de las cualidades perceptivas
es decisivo para la posterior calidad del comportamiento motriz. La mayoría de los problemas
de coordinación se inician en esta fase cuando no se reciben los estímulos necesarios. En el
período que va de los 4 a los 7 años las habilidades de coordinación experimentan un alto grado
de desarrollo, por lo que la etapa escolar ofrece buenas posibilidades para mejorar los
rendimientos cooordinativos. El período de los 7 a los 12 ó 13 años también presenta un gran
desarrollo de coordinación y el niño puede aprender habilidades y tareas complejas y
específicas.
El currículo de Educación Física recoge el desarrollo de las tareas de coordinación a
través de la ampliación de las habilidades motrices básicas (botes, desplazamientos,
lanzamientos recepciones) con todo tipo de móviles (balones, pelotas, picas, discos voladores)
y también a través de actividades de iniciación deportiva.
La prueba utilizada tiene el objetivo de medir la coordinación dinámico-global y la
coordinación óculo-manual a través de la habilidad en el manejo de un objeto (bote de balón).
Se desarrolla en una superficie plana y antideslizante donde se disponen cuatro balizas en línea
recta y separadas dos metros entre sí y la primera, a su vez, situada a dos metros de la línea
de partida. El alumno se coloca detrás de la línea de salida sosteniendo en la mano un balón
de minibasket. A la señal de inicio tiene que realizar un recorrido de ida y vuelta en zig-zag
botando el balón entre las balizas. Está permitido un segundo intento en caso de que se escape
el balón. Se registra el tiempo que invierte en realizar la prueba, precisando hasta las décimas
de segundo.
3.2. Habilidad de recepción: Recepción de objetos móviles
Son muchos los movimientos que puede ejecutar el individuo que suponen el manejo
o movilización de objetos y en los que el mecanismo perceptivo adquiere una importancia
decisiva. La dificultad va a depender del nivel en el que se trabaje: persona y objeto
inicialmente estáticos, persona estática y objeto en movimiento, persona en movimiento y
objeto estático, y persona y objeto en movimiento. El propósito que se persigue con el manejo
del objeto sirve también para establecer unos criterios de dificultad en el aprendizaje de este
tipo de tareas: manipular, lanzar, interceptar, recepcionar y golpear.
En este caso lo que interesa es la capacidad de recepción. Hasta los seis años la calidad
de las recepciones de objetos y móviles mejora muy lentamente. La fase que abarca de los 8
a los 11 ó 12 años es la etapa en la que se desarrollan las habilidades y destrezas básicas,
desplazamientos, saltos, giros, lanzamientos y recepciones y en la que se adquiere madurez y
eficacia. La iniciación en las tareas motrices específicas debe tener lugar entre los 11 y 13 años,
son ejecuciones para las que se requiere que las destrezas básicas estén ya adecuadamente
aprendidas.
La importancia de esta cualidad perceptivo-motora está contemplada ampliamente en
el currículo de Educación Física para el tercer ciclo de Primaria. Hace referencia a la
ampliación de habilidades motrices (botes, desplazamientos, recepciones, lanzamientos) con
todo tipo de móviles (balones, pelotas, picas, discos voladores). Las actividades de iniciación
deportiva adaptada, funcional y polivalente es otro contenido que está recogido dentro del
capítulo de los juegos.
Esta prueba tiene como objetivo medir la habilidad para la recepción de objetos. Los
materiales utilizados han sido los siguientes: un aro de 56 cm. de diámetro suspendido en un
poste cuyo borde inferior se sitúa a 2,40 m. del suelo; cinta adhesiva para marcar un rectángulo
o zona de recepción de 2x1,5 m. cuyo lado más cercano al aro se encuentra a 2 m. de distancia;
una línea a 2,5 m de la zona de recepción desde la que el alumno comenzará a realizar la
prueba; otra línea a 2 m. del aro donde se sitúa el examinador y un balón de voleibol.
El desarrollo de la prueba consiste en realizar las siguientes ejecuciones: el alumno se
coloca detrás de la línea que se encuentra situada a 2,5 m. de al zona de recepción; el
observador lanzará el balón a través del aro hacia dicha zona. El alumno se desplazará hacia
la zona de recepción para intentar coger el balón antes de que golpee en el suelo. Se realizarán
cinco lanzamientos comenzando cada uno de ellos desde la posición inicial. Se anotan los
intentos realizados correctamente.