Home Instituciones para la evaluación del sistema educativo

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Las instituciones evaluadoras
y la evaluación del sistema

Esther García González
Directora del Instituto Canario
de Evaluación y Calidad Educativa (ICEC)


 

En Canarias, igual que en el conjunto del Estado, en la enseñanza no universitaria, no ha existido, hasta hace poco tiempo, tradición en el terreno de la evaluación general del sistema educativo. La evaluación localizada sobre el alumnado ha sido la práctica dominante, y es a partir de 1990, con la aprobación de la LOGSE, y sobre todo por el momento sociopolítico actual del cual dicha Ley es una consecuencia, cuando se empieza a considerar la necesidad de ampliar el foco de la evaluación a aquellos componentes fundamentales del sistema educativo que juegan un papel relevante en la mejora de los resultados educativos. En este contexto comienzan a surgir una serie de institutos de evaluación con el objetivo de llevar adelante esta importante tarea.


 

La creación del ICEC

Los motivos que llevan a la creación del Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa (ICEC) son, por un lado, de tipo general, común a todos los institutos creados, y por otro, específicos de Canarias. Los generales están reflejados en los respectivos Decretos de creación de los distintos institutos del Estado, en los que se destacan las referencias al Título IV, "De la calidad de la enseñanza", de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE). En dicho Título se considera "... la evaluación del sistema educativo como un factor que favorece la calidad y mejora de la enseñanza". También se concibe dicha evaluación como un mecanismo de regulación del sistema educativo, señalándose que se aplicará sobre el alumnado, profesorado, centros, procesos educativos y la propia Administración. Al mismo tiempo, en dicho apartado de la LOGSE, se establece el mandato a las administraciones educativas, central y autonómicas, de evaluar el sistema educativo en el ámbito de sus competencias. De ahí la responsabilidad de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes en realizar la evaluación de la educación en Canarias y la creación del ICEC.

Respecto a las razones específicas que ha tenido Canarias para crear y responsabilizar al ICEC de la evaluación del sistema educativo, es conveniente aclarar que hasta su creación, las atribuciones sobre la evaluación general del sistema educativo las tenían expresamente asignadas la Dirección General de Centros y la Dirección General de Ordenación e Innovación Educativa. Era necesario, pues, coordinar las actuaciones que en materia de evaluación se habían iniciado en la Comunidad Autónoma; para ello se crea el ICEC con la finalidad de realizar la evaluación general del sistema educativo canario, e informar a la sociedad del funcionamiento y resultados del mismo. Y todo ello hacerlo desde la convicción de que la participación, tanto de la Administración como de los agentes sociales, redunda en beneficio de la toma de conciencia de la evaluación como elemento decisivo en la calidad educativa.

La participación de los diversos agentes sociales en los procesos evaluativos que afecten a Canarias, es uno de los motivos fundamentales que ha tenido la Consejería para la creación del ICEC. Para comprender la importancia de esta participación hay que tener en cuenta que cuando se excluyen a los agentes sociales, los procesos evaluativos suelen perder credibilidad social al tiempo que no repercuten en la mejora de la enseñanza. La Consejería ha asumido conjugar su responsabilidad de realizar la evaluación general del sistema educativo canario y la necesidad de favorecer la intervención de los agentes sociales. Por ello, se consideró que era conveniente crear un órgano colegiado responsable de la evaluación general que, sin dejar de estar adscrito a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, permitiera la participación de éstos agentes. Es preciso mencionar que el Instituto Canario es el único del Estado con esta característica. En el actual marco, con un déficit histórico de experiencias en evaluación de sistemas, esta novedosa línea de participación deberá contar con un importante seguimiento para su aportación a modelos de evaluación más democráticos.

Igualmente, existen otras razones que también han jugado un papel importante en la creación del ICEC entre las que destacan: la necesidad de potenciar la evaluación, tanto por el esfuerzo inversor que la sociedad canaria realiza en Educación como por las expectativas sociales que genera este servicio; la necesidad del Instituto como órgano coordinador de evaluación, ante la dispersión de competencias entre las distintas Direcciones Generales; la conveniencia de atender el ámbito universitario; etc.


 

Objetivos y Funciones

Objetivos

Actualmente la educación está sometida a una fuerte presión, resultado de las importantes y aceleradas transformaciones socioeconómicas, que exigen al sistema educativo una gran capacidad de adaptación. Conseguir esto último no es nada fácil por muchas razones, entre las que cabe mencionar la probada inercia de los grandes sistemas educativos.

El ICEC tiene el propósito de mejorar la capacidad de evaluación y orientación de nuestro sistema educativo con el fin de atender a las necesidades educativas y demandas sociales. Por esto el primer objetivo del Instituto consiste en realizar la evaluación general del sistema educativo canario, como medio de establecer un sistema de regulación permanente del mismo.

Pero existe un segundo objetivo, no menos importante, que es el de informar a la sociedad del funcionamiento y los resultados del sistema educativo canario. Con este objetivo se pretende favorecer la apertura del servicio educativo a la sociedad, con el propósito de propiciar un provechoso diálogo social que permita, al mismo tiempo, una mejora del conocimiento sobre la Educación, y una mayor sensibilidad del sistema a las demandas sociales.

Así pues, los objetivos del Instituto no sólo se orientan a la toma de decisiones políticas a gran escala que permitan una orientación del sistema, sino que también quieren favorecer la reflexión social y el debate de los implicados en el mismo. Los informes de los diferentes proyectos deben de servir como punto de referencia para dicho debate, alimentando y proponiendo dudas, interpretaciones, hechos y recomendaciones, para dicha reflexión y mejora del conocimiento social. Este camino de reflexión social favorecerá que los estudios se constituyan en medios para la regulación del sistema educativo.

El ICEC adopta, así, una perspectiva general de la evaluación del sistema educativo canario. Por ello, su función principal no será la evaluación de los aprendizajes del alumnado con fines de promoción y/o certificación, la evaluación del trabajo docente del profesorado con fines de promoción profesional, o el funcionamiento de los centros individualmente considerados, a no ser que tengan un carácter general. Su trabajo se centra fundamentalmente en la evaluación del conjunto del sistema, en lo que se refiere al logro de los fines de la educación establecidos en nuestra legislación, al estado general del sistema educativo y a los resultados alcanzados por sus componentes, en una concepción amplia de los mismos, recogiendo información procedente del alumnado, familias, profesorado o centros; y el desarrollo de una cultura de evaluación y de calidad en los centros educativos.

En definitiva, el objetivo de la evaluación debe ser la obtención de indicadores del funcionamiento del sistema educativo en su conjunto, con el propósito de proporcionar información relevante y significativa de carácter general y, por tanto, útil para que a todos los niveles de responsabilidad, desde el aula y la escuela, hasta los niveles de decisión política, se lleve a cabo la mejora de los procesos educativos.


Funciones

Para la consecución de los objetivos generales, el ICEC tiene asignado un conjunto de funciones que sientan las bases de sus planes de trabajo.

La primera función es la de evaluar el grado de consecución de los objetivos y procesos educativos definidos explícitamente por la legislación vigente y por el desarrollo específico de la misma que haya realizado o realice el Gobierno de Canarias. Esta función expresa la necesaria conjunción de los objetivos previstos y la evaluación de los mismos, como vía para favorecer la regulación del sistema. En estos momentos, esta evaluación adquiere mayor importancia, debido a que el ICEC, además de una nueva ordenación del sistema educativo, lleva a la práctica un nuevo currículo, que permite una descentralización del mismo hacia los centros, exigiendo de éstos un mayor grado de desarrollo.

Por ello, es un objetivo prioritario el seguimiento del nivel de consecución de los objetivos previstos, a fin de garantizar tanto el respeto a la igualdad y el derecho a la educación, como el desarrollo curricular de las escuelas.

La evaluación general de los sistemas educativos se hace más necesaria en los momentos de reforma de los mismos. En Canarias, se han superado las indecisiones iniciales del proceso de implantación de la LOGSE, encontrándonos ahora en pleno desarrollo de la misma. Necesitamos superar épocas pasadas de gestión de la reforma del sistema educativo, como la ocurrida en 1970 con la Ley General de Educación, en la que su implantación se realizó de manera artesanal. Hay que mejorar el conocimiento del impacto que está teniendo la reforma del sistema educativo en Canarias, valorando si la nueva ordenación y desarrollo del nuevo currículo consigue los resultados para los que fueron diseñados y llevados a la práctica, con el fin de orientar la toma de decisiones, y de este modo pilotar con rigor la implantación de la LOGSE. Por todo ello, no podía faltar entre las funciones del Instituto, la de evaluar en la Comunidad Autónoma Canaria el impacto del desarrollo de las reformas generales del sistema educativo, así como la estructura, el alcance y los resultados de las innovaciones de carácter general introducidas en el mismo.

Asimismo, otra función fundamental, en relación con la LOGSE, es la de establecer sistemas de evaluación permanente para las diferentes enseñanzas reguladas por dicha Ley y sus correspondientes centros. Por este motivo, el ICEC debe realizar la evaluación de las Enseñanzas Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria..., en los correspondientes centros, evaluando los cambios que está produciendo la implantación de estas nuevas enseñanzas, tanto en lo que se refiere a la organización y funcionamiento de los centros, y en lo relativo a los procesos educativos desarrollados, como a los resultados educativos que se están consiguiendo.

Otra función del Instituto es la de informar a la sociedad sobre el funcionamiento y resultados del sistema educativo canario. Dicha función plantea que la información pública se hará de acuerdo a los criterios que a tal efecto adoptará la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. No obstante, entre las funciones del Consejo Rector, órgano máximo de decisión del Instituto y del que se hablará en el siguiente apartado, está la de proponer los criterios de las publicaciones que deba adoptar el ICEC. La conveniencia y el sentido de que finalmente la Consejería se responsabilice de los criterios, obedecen a múltiples razones, provenientes, la mayoría de ellas, de la experiencia internacional sobre la utilización de los resultados de las evaluaciones. Es un hecho generalizado actualmente, que la publicación de los resultados de las evaluaciones está produciendo usos erróneos de los mismos en distintos ámbitos, entre los que cabe destacar la simplificación de las realidades complejas que intervienen en el proceso educativo con el fin de emitir juicios valorativos interesados.

Por otra parte, es preciso señalar que no es fácil evitarlos, hasta el punto que actualmente a nivel internacional no está claro cómo atenuar o reducir este uso erróneo de los resultados de las evaluaciones, que producen efectos secundarios perniciosos sobre el sistema educativo. Es preciso tener en cuenta que la evaluación general de los sistemas educativos es una de las áreas más sensibles del mismo y de la sociedad. Por todo ello, se ha considerado conveniente que los criterios fueran adoptados por la Consejería, a propuesta del Consejo Rector.

Otra función importante, de cara a abrir la enseñanza a la sociedad, es la de elaborar un sistema de indicadores de la Comunidad Autónoma Canaria, que informe sobre el estado de la educación. Actualmente a nivel internacional, organizaciones como la OCDE, y países como Francia, Estados Unidos, Suiza, Dinamarca... llevan tiempo trabajando en la definición y construcción de sistemas de indicadores. Estos trabajos se han dedicado fundamentalmente a la obtención de indicadores a nivel de estado. Es necesario que al mismo tiempo que se desarrollen en el marco del INCE el sistema de indicadores para España, se busque la mejora y coordinación de los servicios de estadística, a fin de elaborar un sistema de indicadores propios de la Comunidad.

Otra función del Instituto, es la de canalizar la participación de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes en el INCE, así como en los estudios de evaluación de carácter estatal o internacional. El desarrollo legislativo asigna al INCE la coordinación de las distintas Administraciones implicadas en la evaluación general del sistema educativo. La participación de Canarias en el INCE tiene dos aspectos a considerar: por un lado, la representación institucional de Canarias en su Consejo Rector; y por otro, la integración de nuestra Comunidad en la red de trabajo que se establece en el marco del INCE, que implica aportar recursos personales y materiales necesarios para la preparación, la coordinación y el desarrollo de cada uno de los estudios que se decidan abordar conjuntamente por todas las Administraciones. Respecto al primer aspecto recordar que la adscripción del Instituto a la Viceconsejería viene motivada por la necesidad de que el titular de este órgano asuma una total responsabilidad en las tareas de evaluación, en el sentido de ejercer al mismo tiempo la presidencia del Instituto Canario y la representación en el Instituto Nacional.

La última función que tiene asignada el ICEC es la de evaluar a la propia Administración, que tiene su cuota de participación en la construcción de la calidad del servicio educativo, y por tanto, debe ser evaluada con el fin de mejorar el conocimiento sobre ella y orientar su funcionamiento. En este sentido es preciso subrayar la importancia de evaluar los programas, y, sobre todo, los apoyos externos prestados a los centros por los distintos servicios, que adquieren una mayor importancia en los actuales momentos de modernización del sistema educativo canario.


 

Órganos del ICEC

Consejo Rector

La credibilidad social de las investigaciones en materia de evaluación son esenciales para que la finalidad de las mismas sea la mejora del sistema educativo en su conjunto. Esta convicción hace que el ICEC se dote de un órgano como es el Consejo Rector, que pretende asegurar la participación democrática, no sólo de los representantes de la Administración, sino también de los diferentes agentes sociales1.

Nota: El Consejo Rector está integrado por: Presidente, que es el/a Viceconsejero/a de Educación; vocales: el/a Director/a General de Universidades e Investigación; el/a Director/a General de Promoción Educativa; el/a Inspector/a General de Educación; el Presidente del Comité Científico; un miembro del Consejo Escolar de Canarias en su representación; un/a representante de los padres y madres y otro de los alumnos del Consejo Escolar de Canarias, propuestos por el mismo; un miembro de una de las dos Juntas Provinciales de Personal Docente de los Centros Públicos no Universitarios; un representante de los municipios designados por sus organizaciones representativas; y, un representante de cada uno de los Consejos Sociales de las Universidades Canarias, elegidos por y entre sus miembros; Secretario/a, el/a Director/a del Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa.

Las funciones de dicho órgano son: adoptar decisiones para elaborar los planes de actuación del Instituto, informar a la Consejería de Educación, proponer criterios de publicación y difusión, adoptar criterios de participación en proyectos estatales, informar acerca de las relaciones con otras instituciones, y proponer actuaciones, estudios e informes.

Comité Científico

Tiene como función asistir al Consejo Rector, al Comité de Dirección y a la Dirección del Instituto, en la elaboración de los planes de actuación y en el desarrollo y evaluación de los mismos. Está formado por un presidente y un máximo de ocho miembros designados por el Consejero de Educación, Cultura y Deportes, a propuesta del Consejo Rector, entre personas de reconocido prestigio profesional y científico en el ámbito de la educación. Este Comité juega un papel importante en la validación científica de los diferentes proyectos de evaluación, sometiéndolos a procesos de metaevaluación; analiza si se han elegido adecuadamente los equipos de evaluación, si se han elaborado los informes de forma rigurosa,...; asegurando desde una perspectiva científica la credibilidad de sus dictámenes y opiniones.

Comité de Dirección

Tiene como función elaborar las propuestas de los planes de actuación del Instituto, así como, realizar un seguimiento de los mismos una vez aprobados. Está compuesto por el director o directora del ICEC, el Presidente del Comité Científico y un miembro del personal del Instituto. La conveniencia de este órgano obedece a dos razones: la primera, que el Consejo Rector cuente con una propuesta de planes de actuación, con el fin de facilitar su trabajo de elaboración; y la segunda, la de contar con el presidente del Comité Científico en la elaboración de dicha propuesta, consiguiendo de esta manera una mayor profundidad de análisis del Comité Científico.

Director/a

Le corresponde estar al frente del Instituto y ostentar su representación; impulsar las actividades dirigidas a la consecución de los objetivos trazados y ejecutar los acuerdos del Consejo Rector; someter al Consejo Rector los planes de actuación; informar al Consejo Rector del desarrollo de las actividades del Instituto; elaborar el presupuesto del ICEC y ejecutarlo, y cumplir las demás funciones que le sean encomendadas por éste. Es importante destacar que, si bien el director o directora es la persona responsable del desarrollo de las actividades del Instituto y de someter al Consejo Rector los planes de actuación, su capacidad de decisión se enmarca en los acuerdos adoptados por el Consejo Rector.


 

Plan de trabajo del ICEC

Los trabajos que viene desarrollando el ICEC se pueden enumerar en los cuatro grandes grupos. El primero de ellos tiene que ver con el conocimiento y diagnóstico del sistema educativo, el segundo con el estudio de los procesos de cambio, el tercero con los resultados de la educación y el cuarto con la mejora de la calidad en los centros educativos.

Conocimiento y diagnóstico del sistema educativo

Para el conocimiento y diagnóstico del sistema educativo de Canarias, se desarrollan los proyectos de Educación Primaria, del Diagnóstico de la eso, del Sistema de Indicadores para Canarias y el de Causas del Abandono Escolar. Mediante estos proyectos posibilitan la recopilación de datos, su análisis e interpretación acerca del estado y situación del sistema educativo en Canarias. Dichos proyectos, que están en la fase de debate por el Comité Científico y Consejo Rector del ICEC, servirán para informar a la sociedad y para la toma de decisiones en diferentes niveles del sistema educativo.

De todos los proyectos relacionados con el conocimiento y diagnóstico del sistema educativo, el Sistema de Indicadores para Canarias es, sin duda, el más novedoso. Su valor estriba precisamente en la información relevante y significativa que proporciona para la toma de decisiones. Hay que decir, sin embargo, que es un instrumento para diagnosticar el sistema en su conjunto y no para medir la calidad de los centros educativos. Los indicadores son un instrumento para la toma de decisiones por los gobiernos; por lo tanto, es necesario contar con indicadores de centros educativos que nos proporcionen información acerca de lo que acontece en los centros escolares, verdaderos artífices del cambio educativo.

Procesos de cambio

Existe un gran debate sobre las relaciones que existen entre cambio y reforma; mientras que para algunos autores las reformas en Educación son una ocasión inmejorable para transformar profundamente las bases de la tarea educativa y su incidencia social (Husen, 1988), para otros, por el contrario, las grandes reformas se han mostrado incapaces de cambiar las prácticas y la cultura de los centros docentes (Gimeno, 1992). Con la aplicación de la Reforma en Canarias este debate sigue estando activo, fundamentalmente por parte del profesorado.

Es, pues, importante para la calidad de la educación, el evaluar los procesos de cambio en los diversos ámbitos del sistema educativo. La Evaluación de la Implantación de la Formación Profesional, culminada por el ICEC en una primera etapa, y la Evaluación de la Formación del Profesorado y de las Instituciones que la Desarrollan, son proyectos cuya finalidad es evaluar los efectos que produce la aplicación de la Reforma Educativa (LOGSE), tanto en inversión de recursos económicos, materiales y humanos, como en las expectativas que genera en la sociedad en general, en las familias y en el profesorado. Del primero de los proyectos, el de Evaluación de la Formación Profesional, aún a falta de una parte importante de dicha evaluación, como es el seguimiento de la inserción laboral de los egresados, actualmente en fase de desarrollo.

Resultados de la educación

La tarea de la evaluación de los resultados no es fácil, sobre todo cuando se trata de medir aspectos diferentes a los estrictamente relacionados con los aprendizajes del alumnado. Existe una gran aceptación acerca de que la evaluación de resultados debe incluir también aspectos como la satisfacción de los usuarios de la educación, los logros de los centros, la capacidad para preparar a estudiantes para su inserción profesional, la de formar a ciudadanos y ciudadanas con un conjunto de valores deseados, etc. A la hora de evaluar resultados, el ICEC utiliza una metodología que pone en relación los rendimientos académicos con resultados de contexto y de proceso.

En este grupo se realizan las evaluaciones del rendimiento del alumnado en 6º de Primaria en Lengua, Matemáticas e Inglés; en 2º de la eso en Lengua, Matemáticas, Sociales e Inglés; y en 4º de la eso en Lengua y Matemáticas. Estos resultados están enmarcados en los proyectos de Evaluación de Primaria, en el Estudio Longitudinal de la eso y en el Diagnóstico de la Anticipación de la eso.


Calidad de los centros educativos

El cuarto bloque de actividades que realiza el ICEC está ligado a la evaluación de centros, como elemento de mejora de los mismos y de extensión de la cultura de evaluación a todos los sectores educativos.

En los centros educativos, las decisiones se toman en los distintos órganos por el alumnado, profesorado, familias y directores, y afectan a toda la comunidad educativa. Si la evaluación proporciona información relevante, puede mejorar la toma de decisiones en lo concerniente a la comprensión del problema que se afronta y a las salidas del mismo.

Es evidente que los centros docentes deben adaptarse al cambio social, lo que no está tan claro es el grado en que deben cambiar o la dirección que deben tomar. Los centros necesitan información sobre necesidades que tienen que satisfacer; sobre oportunidades de las que se pueden beneficiar; sobre estrategias que se les recomienda seguir; sobre procesos que han de ser mejorados y sobre información de resultados que les permitan un contraste externo. En este sentido, la evaluación servirá para desarrollar la evaluación formativa y, en consecuencia, la mejora de sus procesos.

David Nevo (1997) habla de que la rendición de cuentas es una demanda social, no sólo a las administraciones educativas, sino también a los centros educativos. Los procesos de descentralización y la mayor autonomía de los centros hacen que éstos tengan capacidad para establecer prioridades, planificar actividades educativas, adaptar y reestructurar el currículo, y adaptar una estructura organizativa con sus principios pedagógicos. Hasta ahora, la descentralización y la autonomía de los centros están más ligadas a lo anteriormente expresado que a procesos de evaluación, ya sean de índole interna o externa, es decir, no se ha profundizado en la rendición de cuentas como institución concreta y cercana del servicio público de la educación. Un aumento de capacidad de decisión lleva asociado, como contrapartida, una demanda de rendición de cuentas.

La profesionalización del profesorado y la satisfacción de sus necesidades, mejoraría el cuadro que atiende al alumnado. La evaluación les ayudaría a analizar las necesidades de sus alumnos y alumnas en concordancia con los objetivos educativos del centro; a valorar los recursos del mismo; a elegir estrategias de enseñanza y a evaluar la calidad de su trabajo.

En este mismo sentido, Santos Guerra (1990) manifiesta que es absolutamente necesario impulsar el proceso de evaluación de centros escolares para mejorar la toma de decisiones, desarrollar la profesionalidad del docente y generar actitudes de autocrítica que favorezcan el cambio.Bajo todas estas premisas, el ICEC ha estado desarrollando una experiencia en doce centros de educación primaria y secundaria: el Proyecto de Evaluación Interna y Desarrollo de Centros, la cual aporta algunas innovaciones en el terreno de la evaluación interna.

Los objetivos de este proyecto permiten orientar las decisiones que se toman en los centros, definir los problemas educativos del centro conociendo los puntos fuertes y débiles, acometer actuaciones concretas de mejora, generar nuevas dinámicas de formación del profesorado y de investigación didáctica, y profundizar en la autonomía de los centros.

Otros proyectos

El ICEC, conjuntamente con la Inspección Educativa, está diseñando el Plan de Evaluación de Centros de Canarias. Asimismo, desarrolla proyectos de colaboración con el INCE y con el Instituto Canario de Estadística; y participa en el estudio para la definición y evaluación de las competencias de base del alumnado, junto con otras comunidades del Estado, en un proyecto de FREREF (Fondation des régions européennes pour la recherche en éducation et en formation).


 

Valoración del modelo participativo del ICEC

No cabe duda que la falta de tradición y experiencia en materia de evaluación en nuestro país, supone un enorme inconveniente a la hora de afrontar la evaluación del sistema educativo en una comunidad autónoma como la nuestra. Ésta ha sido, sin duda, la mayor dificultad con la que nos hemos encontrado en el ICEC para desarrollar nuestro trabajo en los cuatro años de andadura del mismo.

A esta dificultad hay que añadir la derivada del propio modelo organizativo del Instituto, ya que combina una dependencia de la Consejería de Educación con un órgano colegiado de amplia participación como es el Consejo Rector. Las decisiones del Consejo Rector se toman de forma autónoma y en las que necesariamente deben conjugarse los intereses de la Administración y de los diferentes sectores sociales que lo componen.

No obstante, siendo difícil proponer, aprobar y difundir proyectos y estudios de evaluación de forma consensuada, es precisamente el ejercicio de participación democrática en la toma de decisiones lo que produce mayor credibilidad social a las investigaciones, lo cual, a su vez, permite de forma natural expandir la cultura de la evaluación a la sociedad y a las comunidades educativas.

Muchas han sido las sesiones del Consejo Rector para llegar a ponernos de acuerdo sobre el objeto de evaluación y sobre la difusión de los resultados de las investigaciones; sin embargo, ha sido en ese proceso de debate y reflexión donde se ha profundizado en las visiones que cada uno tiene de lo que acontece en la educación en Canarias; se han identificado muchas de las dificultades que tiene todo proceso de evaluación y se han elaborado muchas propuestas de mejora que han servido a la Administración para dirigir su política educativa.

Si bien, ha significado un enorme esfuerzo de consenso sacar a la luz los resultados de los proyectos realizados, y que en gran medida dificulta la agilidad de las evaluaciones, no obstante, se ha ganado en la finalidad última de la evaluación, que no es otra que las comunidades educativas posean datos, análisis e interpretaciones válidas y fiables, y con fuerte credibilidad.

Por otro lado, sabemos que toda investigación en evaluación tiene que contar con el suficiente rigor científico, y no basta con que las mismas sean participativas. Por ello, el ICEC cuenta con un amplio abanico de personas de reconocido prestigio social en el campo de las ciencias sociales que conforman el Comité Científico del ICEC que velan por el rigor metodológico de los proyectos, sus objetivos, sus desarrollos y los resultados que se obtienen. De tal forma que la aprobación por parte del Consejo Rector, bien sea del proyecto inicial como de sus resultados, viene precedida por un informe del Comité Científico.

En relación a los proyectos desarrollados por el ICEC, decir que, si bien inicialmente, íbamos de la mano del INCE y sólo se realizaban aquellos que se llevaban a cabo desde el mismo con las Comunidades Autónomas, decir que en estos momentos el Plan de Actuación del Instituto para el período 1998-2000 abarca numerosos proyectos de la realidad educativa canaria.

Otra valoración no menos importante, es la participación de muchos expertos y profesionales de la enseñanza universitaria y de la no universitaria, que colaboran puntualmente en el marco del ICEC. Esta dinámica ha producido dos importantes resultados, por un lado el acercamiento de realidades aisladas, como son la universitaria y la no universitaria, en lo que a investigación educativa se refiere; y por otro, la toma de conciencia de los problemas educativos y de sus posibles mejoras por parte del profesorado.

Para el desarrollo de los proyectos, no sólo hemos contado con la participación del profesorado y los técnicos del Instituto, sino que la participación de becarios universitarios o alumnado en formación ha producido una experiencia satisfactoria, tanto para estas personas como para el Instituto.

De nuestra experiencia en la difusión de la cultura de la evaluación a las comunidades educativas, hay que decir que el hecho de que el ICEC cuente con un Consejo Rector con las características ya señaladas, nos ha permitido tener un diálogo más fluido e intenso con equipos directivos, profesorado, alumnado, padres y madres. En estos momentos, y a nivel de medios de comunicación, el ICEC aparece como una institución con aval social en sus investigaciones, lo cual es todo un éxito en evaluación.

Finalmente, somos conscientes que el camino de la evaluación, y sobre todo el de la evaluación de los centros educativos, no es fácil, siguen persistiendo los miedos; aún así, cada vez más las comunidades educativas y la sociedad en general, ven en la evaluación una vía para la mejora. Este es nuestro objetivo.



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